Al mencionar el concepto e-mail marketing, muchas personas no quieren ni oir nada sobre el tema. El e-mail marketing trata de utilizar el e-mail como técnica de marketing y es una técnica de marketing que durante años se ha utilizado mal. Pero también es verdad que, si se hace bien, es una gran herramienta para la fidelización de nuestra clientela y la funcionalidad de la misma.
Pero, ¿qué se tiene que tener en cuenta a la hora de realizar e-mail marketing? ¿Cómo hacerlo bien? En el marketing la estrategia es fundamental y, por lo tanto, lo primero es crear una buena estrategia. Debemos pensar bien para qué lo vamos a utilizar, ponernos en la piel de nuestro público y verle el uso real. A la hora de realizar la estrategia, se deberían de tener claras cinco claves.
La base de datos es lo más importante del e-mail marketing. Se deben realizar diferentes listados de personas subscriptoras y segmentar estas por intereses. Deberíamos detectar los contenidos interesantes de nuestro negocio y, de la misma forma, el público de interés. Desde ese mismo momento podré pensar en el nombre de la lista y crearla. Las personas que introduzcamos en la lista deben estar en ella por deseo propio. Es muy importante que las personas subscriptoras hayan aceptado estar en el listado y, cómo no, que en cualquier momento puedan darse de baja del mismo.
Hay que seleccionar una herramienta para envíos masivos y sacarle la mayor rentabilidad posible. No cualquier gestor de correo electrónico está preparado para poder realizar fácilmente un contenido atractivo, ni para poder analizar posteriormente el envío de la campaña. Hay varias herramientas para poder hacer envíos masivos en internet, tanto gratuítas como bajo tarifa; MailChimp, MailRelay, Mailify… Quizás la más utilizada es MailChimp. Es fácil de usar, se pueden crear boletines y gestionar campañas de mailing de una manera eficaz.
El contenido es el rey. El receptor debe recibir aquello que espera del boletín electrónico, información de calidad. El asunto del mensaje es muy importante, tiene que llamar la atención para que la persona usuaria lo abra, pero si una vez abierta no lee lo que esperaba, podemos provocar la cancelación de la subscripción. Debemos de pensar en la persona usuaria y ofrecerle la información con una frecuencia establecida. Tanto en MailChimp como en otras herramientas, disponen de plantillas para poder realizar contenidos atractivos fácilmente.
No es suficiente que el contenido sea atrayente. Una vez leída la información, si es del interés de la persona receptora, querrá saber más con total seguridad. Por lo tanto, será muy interesante ofrecerle algún enlace a la página web. De esta forma, podrán recibir mucha más información que la enviada en el boletín. Hay que facilitarles el camino a las redes sociales, dando la opción de propagar, pudiendo así difundir la información recibida en el boletín.
Tras realizar una campaña, y después de unos días, hay que analizar los resultados de la misma. Se puede ver cuántas personas han abierto el boletín y, si lo han abierto menos del 25%, algo no ha funcionado bien. De la misma forma, se puede ver cuántas perdonas han clicado en enlaces dentro del boletín. En este caso, si el 5% hace clic en algún enlace sería suficiente para saber que hay interés. Aparte de todo esto, se puede ver un dato tan interesante como el de si tras recibir el boletín alguien ha cancelado su subscripción. Si después de analizar estos resultados no llegamos a los objetivos menci0nados anteriormente, se debería depurar la base de datos o trabajar un mejor contenido.