13/11/2015

Día a día hacemos uso de las diferentes redes sociales para comunicarnos con otras personas y para saber de ellas. Las estadísticas muestran claramente que una persona puede llegar a consultar su página de Facebook de media 14 veces al día. Podemos decir entonces que las diferentes redes sociales han llegado a tener una influencia increíble en nuestras vidas.

Por tanto, está claro que estos nuevos medios de comunicación son usados en nuestro ocio o ámbito personal, pero ¿qué sucede si decidimos comenzar a usar estos mismos medios en el ámbito empresarial?

Personas expertas en la materia suelen citar estas ventajas cuando hablan del tema:

  • Ofrecen la posibilidad de responder a la clientela de manera inmediata, suponiendo un medio más rápido que el teléfono o correo electrónico. La clientela espera y valora de manera positiva obtener una respuesta en menos de una hora.
  • Si la empresa es capaz de gestionar correctamente una queja o reclamación a través de redes sociales, puede que ésto haga que la satisfacción de la clientela aumente e incluso se pueda llegar a convertir en algo positivo para la misma.
  • Se puede llegar a conseguir nueva clientela y obtener una mayor visibilidad de la marca.
  • Si la empresa recibe buenas críticas a través de medios sociales, se puede llegar a atraer a más público objetivo.
  • Permiten hablar directamente con la clientela y se abre una nueva vía de conocimiento de la misma.
  • Bien para no quedarse atrás o como ventaja competitiva, pueden llegar a ser un medio para adelantarse a las empresas competidoras.
  • Ofrecen la posibilidad de vigilar a las empresas del sector y obtener últimas noticias del mismo.
  • Pueden llegar a ser un medio de motivación y refuerzo del nivel de autonomía de la plantilla.

Como veis la lista de ventajas es larga pero es verdad que nos parece justo hablar de las desventajas también:

  • Es necesario incorporar una persona a la función de gestionar las redes sociales corporativas.
  • A su vez, hay que dedicar tiempo a formar a dicha persona responsable para garantizar una gestión adecuada y eficaz.
  • Del mismo modo que las empresas pueden llegar a recibir valoraciones positivas, están expuestas a recibir críticas no tan favorables que pueden llegar a dañar su imagen.
  • Una queja o reclamación mal encaminada, puede conllevar que se difunda una mala imagen de toda la organización.
  • Es difícil luchar contra la certeza difundida que define el uso de éstas como pérdidas de tiempo, mostrándolas como un medio para ámbito personal o de ocio.

En general se puede decir que el uso de las redes sociales corporativas pueden aportar más a la empresa que los problemas que le pueden llegar a suponer y como pensaréis, nuestro equipo es favorable al uso de las mismas, siempre que se cuiden estos dos aspectos:

  1. Antes de realizar nada, es necesario pensar en una estrategia de redes sociales acorde con las características y objetivos de la empresa.
  2. Una vez habiendo fijado la estrategia, es importante establecer y respetar un proceso de implantación gradual.

Llegados a este punto, está claro que la clientela es digital,  comienza a comprar en entornos digitales y que quiere llegar a comunicarse con las empresas utilizando el mismo canal.

Es por ello, que uno de los retos más importantes que tienen  las empresas de todo tipo de tamaño es, por tanto, llegar a formar parte de la transformación digital que están viviendo.