En TaPuntu cada vez nos toca más a menudo pasar la escoba en casa ajena. ¡Como si no fuera suficiente con barrer en nuestra propia casa!
¿A qué me refiero al hablar de pasar la escoba? Me refiero a organizar, a clasificar y ordenar ideas, a buscar acuerdos, a comparar y elegir.
Lo que voy a contar a partir de ahora es útil en diferentes casos: cuando se ofrece una asesoría (tecnológica, organizativa, acerca de los cuidados, económica, …) a otro proyecto, al definir una estrategia concreta para implementar una herramienta tecnológica, al llevar a cabo un proceso participativo, cuando organizamos una acción concreta entre varias entidades, …
El pensar, por ejemplo, la estrategia de redes sociales de un proyecto puede parecer un trabajo divertido y agradable. No voy a negar lo anterior, pero sería trampa no mencionar cómo influye el realizar un trabajo de este tipo dentro de la propia empresa o institución. El reflexionar acerca de lo que queremos comunicar de cara hacia fuera puede llevarnos a pensar acerca de nuestros valores; también pueden salir a relucir diferentes visiones y tener que decidir por cuál optar; o llevarnos a hacer autocrítica acerca de algunos pasos dados en falso hasta ese momento. Es habitual que un trabajo de este tipo afecte en la forma que se organiza ese proyecto.
«Sería trampa no mencionar cómo influye el realizar un trabajo de este tipo dentro de la propia empresa o institución»
Al igual que para nosotras/os es una tarea de gran responsabilidad, es también un ejercicio valiente por parte del cliente o clienta. Supone desnudarse frente a personas de otra empresa.
Y, siguiendo con la metáfora, una confesión: sí, más de una vez nos ha tocado limpiar la mierda. Al empezar a rebuscar hemos solido encontrarnos con relaciones de poder, desacuerdos de peso, … Asimismo, también es verdad que en la mayoría de las ocasiones hemos sido capaces de llegar a acuerdos amplios sobre una misma base. No siempre.
No soy muy fan de dar consejos, pero te contaré cuatro claves que en nuestro caso han sido de utilidad ante este tipo de procesos:
En general, diría que la clave es pensar y recoger las ideas de manera en la que no estemos acostumbrados/as.
También podemos utilizar herramientas tecnológicas a nuestro favor. A la hora de organizar ideas, es habitual utilizar herramientas con las que nos sintamos cómodos/as de manera automática; por ejemplo, documentos de texto. Pero no siempre son las más adecuadas.
Supongamos que estamos haciendo un ejercicio para interrelacionar varias ideas, o que vamos a hacer una lluvia de ideas en las que las ideas no tienen un orden concreto.
Cuando aquello en lo que estamos trabajando no tiene un orden cronológico u ordenado, puede ser interesante hacer un mapa mental. Podemos encontrar en la red varias herramientas de este tipo; entre otras, MindMeister.
Imagen: Brian Matangelo