Normalmente las personas saben que existen diferencias entre un blog y una página web. Pero, ¿sabemos cuáles son las diferencias y en qué casos conviene usar cada herramienta?
Por lo general, solemos tener claro el concepto que engloba una página web, dado que entramos en ellas habitualmente. Pero a la hora de definir un blog nos suelen entrar más dudas.
Primero de todo, comentar que las dos opciones pueden ser complementarias y no excluyentes. Tal y como ocurre en nuestro caso, contamos con un blog integrado en nuestra propia página web. En estos casos, la web cumple la función más elemental de aportar información sobre la empresa y el blog una función más complementaria, aportando información u opiniones no tan trascendentales y en un tono más distendido.
A continuación, destacaremos las propiedades de cada plataforma y veremos que, aunque tienen finalidades diferentes, los dos son compatibles.
Por lo tanto, observando las diferencias podemos decir que si queremos tener una presencia estable deberíamos tener una página web central, donde básicamente informaremos sobre nuestra empresa o negocio y sus pormenores (historia, quienes lo forman, catálogo de productos y servicios…). Para sacarle máximo partido a la web, se recomienda ser lo más transparente posible, ofreciendo toda la información posible acerca de nuestra marca o productos. Así, aumentaremos la confianza del público objetivo y de la clientela potencial y tendremos más facilidad a la hora de vender.
Por otro lado, el blog será más fácil de usar técnicamente, pero a su vez nos «obligará» a publicar contenido nuevo con bastante frecuencia. Eso nos puede venir bien para desarrollar contenidos nuevos, animar la creatividad y adentrarnos en nuevos horizontes. También se podrá usar el blog para establecer contacto con otros profesionales, clientes o otros blogueros.
Hemos visto que las dos herramientas son muy válidas para lo suyo; por lo tanto, lo más recomendable es aunar los dos para crear sinergias. El blog le dará un toque más fresco a la web dado que el formato no es tan encorsetado y se suele usar un tono más informal. Además, ayudará a que aumenten las visitas a la web porque los lectores del blog podrán visitar la página y viceversa. Por otro lado, al blog le dará un toque más serio y profesional al tener una web que le de sustento y eso aportará confianza a las personas receptoras del mensaje. Por último, decir que el blog ayudará considerablemente en el posicionamiento de los buscadores tan deseado y necesario para tener visibilidad.
Si todavía estás dudando entre uno o el otro, lo tienes fácil ¡Elige los dos!