El pájaro de TaPuntu acaba de terminar su viaje. Y, con ello, las personas que formamos TaPuntu empezamos nuestro nuevo viaje en Usurbil.
Hoy estrenaremos varias cosas: oficina, ubicación, el sitio web que estás visitando, la marca corporativa que viste todo lo que nos rodea, pero seguimos siendo las mismas personas que antes. Bueno, al menos las mismas de hace algunos pocos días, pero alguna más que en el 2015. Nuestro universo se está expandiendo en el territorio, pero también en lo que se refiere a nuestra red de relaciones.
Ahora que las paredes mantienen el color a nuevo, tenemos en mente a varias personas y entidades que han hecho posible la forma de entender el universo que tenemos: pudimos poner los cimientos de la nueva oficina gracias a Koop57 y a las personas que han creido en nuestro proyecto, la energía de Goiener alumbrará la oficina los días de invierno, … Y seguiremos ahondando en este camino, por supuesto.
El pájaro de TaPuntu pudo escoger otro nido; seguramente en la capital, quizás rodeado de empresas punteras, y probablemente con empresas proveedoras más baratas. Pero, tal y como dijimos al principio de esta aventura:
Los pájaros nunca olvidan el lugar en el que nacieron.