12/02/2016

No hay duda alguna que muchas personas hemos convertido en rutina el dedicar tiempo diario a las redes sociales. Al amanecer, nada más apagar el despertador buscamos el móvil, en el trabajo entre tarea y tarea echamos un vistazo a las redes sociales o mientras esperamos a que la cena se acabe de cocinar, solemos salsear diferentes rincones de internet.

En todas esas situaciones, solemos buscar abstraernos por un momento de los problemas cotidianos que suelen surgir y tendemos a buscar acerca de temas o personas de interés. Aprender de otras personas, debatir y aportar opiniones diferentes de las del resto, crear comunidades que compartan intereses parecidos…

Por tanto, si miramos el otro lado de la moneda, podemos sacar una clara conclusión: desde el momento que decidimos empezar a trabajar nuestra marca personal y si buscamos que ésta llegue a conseguir los objetivos marcados, deberíamos pensar en la comunidad, crear contenidos de interés para la misma y utilizar los diferentes recursos que ofrece la red para compartir conocimiento.

Teniendo en cuenta todo ésto, ¿alguien nos puede explicar por qué ciertas personas y negocios no paran de comunicar de manera insistente sus puntos fuertes y capacidades de manera excesiva? Enseguida nos vendrán a la cabeza personas o negocios que no paran de compartir sus llamativas fotos, logros conseguidos, diplomas o conceptos relacionados con su puesto de trabajo, tales como «Manager»,»Company», «Group», «Consultant»… ¿Nadie ha comentado a dichas personas que las personas seguidoras buscan contenido con algún valor añadido?

Esa necesidad constante de compartir datos y noticias acerca de MI, MI persona o MI negocio puede llegar a provocar dolor de cabeza y rechazo en las personas usuarias. Las personas que consideran que el mundo gira entorno a ellas tienden a olvidarse por completo del público objetivo y están en un peligro constante de llegar a perder a las personas seguidoras. Eso es, sin duda alguna, el error más común que solemos realizar a la hora de gestionar nuestra marca personal o de nuestro negocio. El denominado y tan temido EgoBranding.

Las personas que pueden llegar a ser seguidoas buscan contenidos de interés, interacción, aprender a través de los contenidos compartidos y, sobre todo, saber algo de la personas que están detrás de un proyecto o marca. Se valora de forma muy positiva conocer rasgos de la persona, pero todo en su justa medida. Es recomendable compartir información acerca del grupo de trabajo o persona que está detrás, pero muy de vez en cuando.

Por tanto, debemos tener mucho cuidado en no caer en el error del EgoBranding, ya que puede traer consigo efectos contrarios al buscado con la marca personal.

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Para finalizar, aquí abajo os dejamos una serie de recomendaciones que os vendrán bien para evitar caer en el error del EgoBranding:

  • Las personas seguidoras tienen la capacidad de analizar nuestra marca personal de cerca y es por ello que intentarán indagar más acerca de nuestras intenciones. Es importante que estas intenciones respeten los principios de respeto y cooperación, que busquen objetivos positivos y que sean válidos para la comunidad.
  • Tenemos que dar con la fórmula exacta para conseguir reforzar la imagen que pretendemos mostrar, huyendo de posturas ególatras y actuando con humildad.
  • De vez en cuando es recomendable realizar una mención especial a alguna persona del sector por algún trabajo realizado con éxito. Reconocer su labor y felicitarle por ella.
  • Generar contenido propio y ofrecérselo a la comunidad, compartiendo de ese modo conocimiento.
  • Debemos de estar preparados/as frente a las críticas. Tenemos que ser conscientes que de vez en cuando realizaremos algún fallo y no debemos de tener ningún problema para reconocerlo.
  • Es recomendable que contemos con un toque de humor para aceptar las críticas y crear un clima cómodo en el caso de que surjan. Una crítica bien gestionada puede llevarnos hasta a atraer a más personas a nuestra comunidad.

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