New Ugly es una tendencia que se burla del canon tomando lo que niegan los diseñadores modernos. Sus recursos son recurrentes pero, gracias a su novedad, su mensaje llega con fuerza a un público cansado de ver propuestas muy similares. Si un producto necesita un diseño «feista», ¿por qué no utilizarlo en lugar de buscar un diseño políticamente correcto?
Cuando terminé mis estudios de diseño salí con las ideas claras: qué tipo de diseño me gustaba, minimalista, poco colorido, a lo sumo de dos tipografías, medidas, de equilibrio, de pesos visuales. Veía mi logotipo personal en Helvética (¡cómo no!), negro sobre fondo blanco, sin ostentación. Sencillo a la vez que elegante. Elegante a la vez que creativo.
Y, en mi caso, que acabé los estudios de diseño hace 300 años, desde mi punto de vista he ido «creciendo» con el canon de diseño que yo había aprendido y defendido a ultranza. Hasta hace unos pocos años, cuando empecé a ver los diseños en todo tipo de soportes, donde mi comentario más recurrente era que ese diseño lo había hecho un chimpancé. Pero no, New Ugly son diseños pensados por diseñadores.
Investigando un poco he visto que es un movimiento que a nivel global surgió en 2007, aunque necesitó un poco más de tiempo para llegar a nuestro entorno. Y cuando ha llegado, ha perdido un poco de fuerza.
En definitiva, New Ugly es una corriente que se fija en el canon de belleza: debe observar sus premisas para luego alejarse de ellas y autodefinirse como alternativa. El feísmo consciente de New Ugly busca lo feo por definición. Es la negación del canon llevado al extremo, con el que ironiza. Intenta desafiar la forma supuestamente correcta de trabajar, burlando lo bien hecho.
Si Massimo Vignellik levantara la cabeza…